Con música y comidas típicas se realizó el Festival Colombiano de Arizona

El 5 de marzo se realizó en Phoenix, de manera presencial luego de dos años sin actividad, el Festival Colombiano de Arizona, en el que se celebraron la cultura y costumbres de Colombia con música tradicional en vivo, clases de baile, presentaciones folklóricas, comidas típicas, artesanías y actividades infantiles y para la familia.
El festival regresó luego de dos años de inactividad debido a la pandemia. “En el 2020, dos semanas antes nos tocó cancelar el evento por la pandemia. Y obviamente en el 2021 tampoco hubo nada”, señaló Ana Jiménez, organizadora del espectáculo, en declaraciones a La Hora del Cafecito☕, el programa de radio de Conecta Arizona.
En el festival se pudo disfrutar la música típica colombiana, con papayera, vallenato y salsa. “Papayera es como una banda de pueblo. En Colombia, en los pueblos, después de la misa de los domingos, sale la banda del pueblo a tocar por alrededor. Es algo que nos emociona mucho. También el vallenato es algo típico colombiano, con Carlos Vives, Fonseca. Y salsa para bailar toda la noche", explicó Jiménez, entrevistada en cabina por Maritza L. Félix, directora y fundadora de Conecta Arizona.
En gastronomía, se pudo disfrutar de aguardiente, arepas, empanadas, café, postres colombianos y obleas, que "es muy típica en Colombia”, dijo Jiménez. “Ha crecido mucho la comunidad colombiana en cuanto a comida. Es como que ha venido uniéndose más la comunidad y eso es bonito, descubrir nuevos talentos”, agregó.

Jiménez, que llegó hace 20 años a Estados Unidos, también dijo que “en los últimos años creció mucho” la comunidad colombiana en Arizona y que un rasgo cultural característico es “la alegría y la sonrisa”. “En Colombia es como que todo es igual, pero cuando te vienes acá es esa alegría y esa sonrisa que tenemos (lo que se destaca). No sé por qué, si es por el café, por lo que vivimos felices aparte de los problemas. Eso se transmite a través de la música”, contó.
“Es increíble ver en el festival cómo niños de 5 o 6 años comparten la música con la abuelita. Es como un idioma universal. La música te llena de alegría. Yo puedo llegar cansada pero sólo necesito dos horitas, tomarme un cafecito y cambio el switch en mi cabeza. Y si me invitas a una fiesta, pa’ allá voy”, dijo luego, al hablar sobre el espíritu festivo que caracteriza a su país. “Tenemos que ponerle sabor a la vida; de verdad eso es lo que nos desestresa un poquito. Yo, en pandemia, necesitaba escuchar mi música y, como no había dónde ir a bailar, bailaba sola frente al espejo”, finalizó Jiménez.
