Pandemia y salud mental: los niños sufren ansiedad y depresión, y Arizona ocupa el lugar 44 en bienestar infantil

La pandemia ha dejado secuelas en la salud mental de los niños y jóvenes en Estados Unidos. Según un informe de la Fundación Annie Casey, “los niños en Estados Unidos se encuentran en medio de una crisis de salud mental, luchando contra la ansiedad y la depresión a niveles sin precedentes”, a causa del cierre de las escuelas por el coronavirus, la crisis económica y las enfermedades o muertes de seres queridos. Todo ello impactó en el bienestar de los menores, explicó a Conecta Arizona Florencia Gutiérrez, investigadora de la Fundación, que publicó el Libro de Datos La Infancia Cuenta, que evalúa el bienestar infantil nacional y que ubica a Arizona en el puesto 44 (de 50) a nivel federal.
El informe retrata la situación de los niños y jóvenes de 3 a 17 años con estadísticas de 2020, primer año de la pandemia, en comparación con la situación de 2016. “En el 2020 los datos demuestran que hay 7.3 millones de niños que estaban sufriendo de ansiedad o depresión. Esos 1.5 millones de niños más que hace 5 años atrás. Esto realmente demuestra que la incertidumbre económica, el cierre de las escuelas, los problemas de seguridad, las enfermedades y muertes de seres queridos han tenido un impacto enorme en el bienestar de los niños, y este impacto para muchos es arriba de dificultades que tenían en términos de pobreza y otros obstáculos que tenían en sus vidas reales. Es algo que tenemos que elevar porque muchas veces la salud mental es algo que, como no se ve, ignoramos”, explicó Gutiérrez en La Hora del Cafecito☕, el show radial de Conecta Arizona conducido por Maritza L. Félix.
La Fundación Annie Casey se enfoca en el bienestar infantil y desde 1990 publica el Libro de Datos de Infancia Cuenta “para educar a los defensores de la niñez, al público y a los líderes del país de cómo están los niños, así pueden tomar decisiones que produzcan mejores resultados para ellos, con información en la mano”, señaló la investigadora. Las áreas clave son bienestar económico, educación, salud, y familia y comunidad, cuatro aspectos que “son críticos para asegurar el bienestar infantil”, agregó. El informe de este año, además de clasificar a cada estado en términos de bienestar infantil, se enfoca en la crisis de salud mental que están experimentando los niños y jóvenes estadounidenses y, si bien algunos indicadores mejoraron y otros no, coincide con lo que el cirujano general de Estados Unidos, Vivek Murthy, llamó en diciembre “la pandemia de salud mental”, según destacaron en la Fundación.
“El Libro de Datos de Infancia Cuenta de este año demuestra mejoras en 10 de los 16 indicadores que seguimos: hemos visto mejoras en el nivel de pobreza, en el porcentaje de niños con seguro médico, en el porcentaje de estudiantes que se están graduando de la secundaria a tiempo; al mismo tiempo, hemos visto aumento en el porcentaje de bebés con bajo peso al nacer, la tasa de muerte de niños y adolescentes y también la proporción de niños con sobrepeso o que son obesos. Entonces, hay cosas que hemos visto que son buenas, hay otras que tenemos que mejorar. También, por primera vez en la historia de la publicación, incluimos un enfoque en la salud mental de los niños y jóvenes en Estados Unidos. Y los datos coinciden con la evaluación reciente del cirujano general, que hay una pandemia de salud mental entre los jóvenes. Es algo grave que tenemos que evaluar en este momento”, afirmó Gutiérrez.

Según el estudio La Infancia Cuenta, la situación se agrava entre los niños latinos y en el ranking del bienestar general del niño, estado por estado, Arizona se encuentra en el lugar 44 (de 50). “En Arizona, en el 2020 vemos que 11 por ciento, entonces más que 1 de cada 10 niños, estaban sufriendo de depresión y ansiedad. Lo interesante es que el porcentaje mejoró desde 2016 y no sabemos por qué. Entonces necesitamos más datos, más información para entender por qué vemos esa tendencia en los datos para Arizona”, analizó Gutiérrez.
En el detalle de las cuatro áreas clave, Arizona ocupa el puesto 29 en salud, el 41 en bienestar económico, el 44 en familia y comunidad, y el puesto 47 en educación, según se lee en el estudio, que incluye las 16 variables y la comparación con estadísticas de años anteriores, que permite observar si hubo mejoras🟢 o si la situación empeoró🔴 o se mantuvo sin cambios🟡. Las estadísticas para Arizona son las siguientes:
➡️ Salud: puesto 29 (de 50) a nivel federal.
🔴 Bebés con bajo peso al nacer: 7,4% en 2020 (empeoró con respecto a 2010).
🟢 Niños sin seguro de salud: 9% entre 2016 y 2020 (mejoró con respecto a 2008-2102).
🔴 Muertes de niños y adolescentes cada 100,000: 36 en 2020 (empeoró con respecto a 2010).
🔴 Niños y adolescentes de 10 a 17 años que tienen sobrepeso u obesidad: 27% entre 2019 y 2020 (empeoró con respecto a 2016-2017).
➡️ Bienestar económico: puesto 41 (de 50) a nivel federal.
🟢 Niños en la pobreza: 20% entre 2016 y 2020 (mejoró con respecto a 2008-2012).
🟢 Niños cuyos padres carecen de un empleo seguro: 29% entre 2016 y 2020 (mejoró con respecto a 2008-2012).
🟢 Niños que viven en hogares con una alta carga de costos de vivienda: 30% entre 2016 y 2020 (mejoró con respecto a 2008-2012).
🟢 Adolescentes que no estudian ni trabajan: 8% entre 2016 y 2020 (mejoró con respecto a 2008-2012).
➡️ Familia y comunidad: puesto 44 (de 50) a nivel federal.
🟡 Niños en familias monoparentales: 37% entre 2016 y 2020 (igual con respecto a 2008-2012).
🟢 Niños en familia donde el/la cabeza de familia no tiene un diploma de escuela secundaria: 15% entre 2016 y 2020 (mejoró con respecto a 2008-2012).
🟢 Niños que viven en áreas de alta pobreza: 12% entre 2016 y 2020 (mejoró con respecto a 2008-2012).
🟢 Nacimientos en adolescentes por cada 1,000: 17 en 2020 (mejoró con respecto a 2010).
➡️ Educación: puesto 47 (de 50) a nivel federal.
🟢 Niños de 3 y 4 años que no asisten a la escuela: 62% entre 2016 y 2020 (mejoró con respecto a 2008-2012).
🟢 Niños en cuarto grado sin competencia en lectura: 69% en 2019 (mejoró con respecto a 2009).
🟢 Niños en octavo grado sin competencia en matemáticas: 69% en 2019 (mejoró con respecto a 2009).
🟡 Estudiantes de secundaria que no se gradúan a tiempo: 22% entre 2018 y 2019 (igual con respecto a 2010-2011).


El informe de la Fundación señala: “La incertidumbre económica tuvo un efecto enorme en los niños y las familias que experimentan desafíos financieros, lo que genera una mayor ansiedad y estrés. Los niños en situación de pobreza -cuyos padres carecen de un empleo seguro- y los niños de hogares con costos de vivienda elevados sienten el peso del estrés económico de su familia. Los niños que viven en comunidades de escasos recursos pueden experimentar estrés adicional debido a problemas de seguridad y protección”. Además, indica que la desigualdad racial y étnica en Estados Unidos “provocan y contribuyen de forma desproporcionada a los problemas de salud mental entre los niños de color—también se extiende a niños de la comunidad LGBTQ+”.
Frente a este panorama, la Fundación formuló recomendaciones sobre la atención de la salud mental de los menores. “En términos de los indicadores que rastreamos todos los años, muchos tienen que ver con asegurar las necesidades básicas de todos los niños. Y esa es nuestra primera recomendación: garantizar que todos los niños tengan alimento y vivienda estable, que vivan en comunidades seguras y tengan familias que están económicamente seguras, todos aspectos que son críticos para su estabilidad y crecimiento saludable. También incluimos una recomendación de ampliar y asegurarnos que todos los niños en Estados Unidos tengan acceso a seguro médico, así pueden pagar y acceder a servicios cuando están enfermos o cuando necesitan ayuda, y ampliar los servicios de salud mental para que puedan acceder a esos servicios cuando y donde los necesiten, así pueden acceder a la ayuda que es necesario para que prosperen”, explicó la investigadora.
En este sentido, el estudio es pensado como una herramienta para que legisladores, oficiales públicos y defensores de la niñez impulsen políticas públicas que beneficien a los niños. “Son herramientas que creamos para que la gente las use para ir a los legisladores, así pueden mejorar el bienestar de los niños donde viven. En los últimos 10 años hemos visto mejoras en muchos de los indicadores: si vemos los datos de cuando nosotros éramos niños, los niños de hoy tienen más acceso a educación e información, más atención médica que nosotros. Entonces, hay muchas cosas para celebrar, hay muchas razones para ser optimistas y ahora tenemos que trabajar juntos los papás, las comunidades, los legisladores, los tomadores de decisiones con los niños, para crear el mundo que ellos ven para ellos mismos”, concluyó Gutiérrez, que tiene experiencia en metodologías de investigación cuantitativa y cualitativa en el campo de la educación.
