Un duelo no solo es ante la muerte, sino también por pérdidas o rupturas de vínculos, señala experta

¿Qué es el duelo? ¿Cómo una persona puede procesar la muerte de un ser querido, el quiebre de una relación de pareja o de amistad, la pérdida de un empleo? ¿Cuáles son las etapas de un duelo? La psicóloga mexicana Leticia del Rincón Muro, que también es terapista familiar y diplomada en tanatología y manejo de duelo, señaló que una persona, en toda pérdida, debe “pasar por un proceso que es un tiempo donde hay un camino a avanzar en ese sufrimiento, ante esa ausencia”.
En declaraciones a La Hora del Cafecito☕, el show de radio de Conecta Arizona, Rincón Muro también identificó las etapas de un duelo: la negación inicial, la tristeza o depresión, el enojo y la aceptación final de la situación, como parte de una evolución emocional en la que la persona también debe procesar internamente la relación que existía con esa pérdida (el ser querido que falleció, el vínculo que se perdió, etc).
Este tipo de situaciones se complejizó durante la pandemia por el coronavirus, dos años en los que, por ejemplo, muchas personas no pudieron despedirse presencialmente de seres queridos que fallecieron (en soledad en muchos casos), un aspecto que dificultó el proceso de duelo y la aceptación y asimilación interna de la pérdida, en medio de otras emociones también fuertes, como el miedo a contagiarse o contagiar a otros familiares, o también a morir.
El dolor por la muerte de un familiar en pandemia es, precisamente, el corazón de la historia de la joven Jazmín Mosqueda que Maritza L. Félix, directora y fundadora de Conecta Arizona, cuenta en el episodio “El duelo”, del podcast Cruzando Líneas: en Phoenix, en 2021, perdió a Elías, el amor de su vida, mientras estaba embarazada de su segunda hija. “Jazmín se enteró que estaba embarazada semanas antes de que su esposo terminara en el hospital con Covid. Pensó que volvería a casa pronto, que esto solo sería un trago amargo que recordarían con pesar; pero el destino tenía otros planes. Y ella vivió la llegada de su segunda hija entre duelos; sin embargo, esa pequeña se convirtió en el puente de amor con la eternidad”, señala Maritza Félix en el podcast, en el que Jazmín se pregunta: “¿Cómo balanceas la tristeza y tanta emoción y felicidad y amor?”.

Rincón Muro es además especialista en intervención de crisis y pertenece a una red de psicólogas de Sonora, México, que –precisamente- ayudan a las personas en momentos de crisis, en los que es difícil tomar decisiones, avanzar y volver a retomar el eje de la vida. Entrevistada por Maritza L. Félix, la experta estimó que un duelo puede durar entre un año y dos, aunque depende de la situación en cada caso y de cómo la procesa el individuo afectado.
🎙️ Cuando nos llega la afirmación de que necesitamos una ayuda emocional y psicológica porque lo que venimos cargando nos pesa mucho y nos caería muy bien un par de manos y otro corazón para que nos ayude a entender qué es lo que estamos viviendo, nos preguntamos sobre los duelos. ¿Qué es un duelo?
“Es un término que se maneja en relación a las pérdidas. Significa ‘dolor’, ‘sufrimiento’ ante la pérdida, y al ser humano le implica en toda pérdida pasar por un proceso que es un tiempo donde hay un camino a avanzar en ese sufrimiento, ante esa ausencia. Y no solo tiene que ver con la línea de la muerte sino también ante cualquier separación abrupta, ante cualquier situación simplemente de pérdida, una ruptura de un vínculo, una relación de pareja, de trabajo. Podemos vivir pérdidas múltiples”.
🎙️ A veces es como que no sabemos identificar en qué etapa del duelo estamos. ¿Nos podrías contar más sobre el proceso? ¿Cuáles son esas etapas del duelo y qué podemos esperar para saber identificar dónde estamos?
“Hay diferentes autores que manejan diferentes etapas. La gran mayoría habla de la negación como etapa inicial, en donde no puedo aceptar esta realidad y, como tal, me resisto, me niego a ella, hay un estado de confusión, de desorganización o de incredulidad en donde no comprendo qué es esto que está sucediendo; luego hay una etapa de tristeza o depresión que me implica llorar y lamentarme por esta situación de ausencia; otra etapa de enojo, de ira, que a lo mejor no es propiamente de enojo contra la persona que falleció sino contra Dios, contra la vida, contra los médicos; y hay una etapa de aceptación al final, donde comprendo lo trascendental de esta muerte y acepto que, aunque ya no esté esa persona, puedo tener planes a futuro como tal, planes sin esa persona, aunque sean por qué no en honor o memoria a esa persona. Básicamente esas son las etapas que se manejan en el proceso de duelo”.
🎙️ ¿Cuánto debería durar un duelo?
“No hay un tiempo preciso, pero comúnmente se maneja un periodo de entre un año y dos años, dependiendo de la forma en que murió ese ser humano. Se dice que, si se tuvo una enfermedad y dio tiempo a tener convivencia, a lo mejor a dar cumplimiento a anhelos a corto plazo, en un año o año y medio podemos entrar otra vez en esa línea de funcionamiento, consistente en todas las áreas donde se desenvuelve el individuo. Pero cuando estamos hablando de una muerte violenta, abrupta, nos implica más tiempo para procesar, porque hay emociones muy intensas. También (puede estar presente) la variante de la edad, de estrategias de afrontamiento, de dependencia o de conflicto con ese individuo (fallecido) y que no resolví, la variante de mis anhelos en relación a lo que yo quería hacer con esa persona y los anhelos que esa persona tuvo porque yo quería que lograra, o que yo supe que esa persona quería lograr tales o cuales objetivos en la vida y eso es un dolor muy grande”.
🎙️ ¿Será que el duelo en pandemia se sintió y vivió diferente?
“Sí. Se torna sumamente diferente porque hay toda una línea de atención funeraria distinta a lo común. De hecho, no puedo tener el cuerpo presente, no puedo observarlo, no puedo abrazarlo, no puedo despedirme. Y, en definitiva, como en muchas ocasiones, como no vi el cuerpo no puedo constatar que fue esa persona la que murió, entonces me quedan muchas dudas. De hecho, esa es una de las intencionalidades de los ritos funerarios, que yo pueda ver el cuerpo, que me pueda despedir de ese cuerpo, que pueda constatarlo porque mi mente no va a permitir que eso sea una realidad digerible inmediatamente. Entonces, sí se ven obstáculos para que ese duelo se vuelva un duelo sano, porque si no lo vi, si no estuve en ese ritual funerario, y lo cremaron, qué me hace constatar que esa persona (que me entregan luego de la cremación) era mi familiar. La tramitología de traer el cuerpo, traer las cenizas, el decidir desde la lejanía qué hacemos, adónde va a estar, a veces esa es la disputa familiar: unos quieren que esté en el pueblo de origen, otros en la ciudad. Entonces, sí hay muchos elementos importantes que se vivieron muy intensos en pandemia”.
